La Emperatriz ha muerto, traicionada y asesinada por las personas más cercanas a ella. Pero un día, por algún cruel giro del destino, Athelina se despierta y se encuentra viva... en el cuerpo de otra chica. Ahora, regresa a los grandes salones relucientes como Clarisse Lorraine, donde se encuentra con viejas caras y nuevas amenazas. Pero nadie hace temblar su determinación como el duque juguetón pero ilegible que alguna vez fue su caballero más confiable, pero quizás, a veces, alguien mucho más.