Los sueños perturbadores sacuden las noches de Alistair "Allie" Jacobi. Pero su vida diurna no es mucho mejor. Su padre, el jefe de una organización criminal, ha decidido que es hora de que su hijo adquiera experiencia en el inframundo. Allie, de 19 años, se encuentra haciendo una "pasantía" en una tienda de conveniencia dirigida por el hombre que, bajo la cobertura de las entregas en el hogar, está vendiendo drogas a toda la ciudad. Un hombre mayor que él, Christopher, le ensñará el "trabajo". El vínculo creado entre los dos dará vida a presencias oscuras y premoniciones inquietantes y enigmáticas