En el amanecer de un nuevo año, una figura ominosa emergió, envuelta en el disfraz de un ángel pero albergando la malevolencia de un demonio. Con una voz escalofriante, proclamó: [Cada mes, ustedes, humanos, serán arrojados a una peligrosa búsqueda. Su supervivencia depende de superar 20 rondas agotadoras.] De repente, me vi atrapado en este peligroso juego de supervivencia, un grotesco carrusel donde cada giro llevaba el hedor de la muerte. Sin embargo, no estaba desprovisto de defensas. Poseía un poder inusual: el poder de retroceder 100 veces, una oportunidad para reescribir mi destino. Estoy al borde de mi regresión final, y juro: 'Esta vez, lo conquistaré. Saldré victorioso'. Ya no soy la insignificante lanzadera que una vez fui. Hoy, dejo atrás mi antiguo yo, aquel que había alcanzado la cima del poder. Hoy, renazco por última vez como Black Scythe, un jugador novato, un novato que una vez más se convertirá en el Segador de la Muerte.