Kim Jiho se gana la vida robando en la calle. Un día, abandona las instalaciones en las que vive después de ser agredido físicamente por el propietario. Mientras está en la calle, deambulando sin cesar sin un lugar a donde ir, se sienta desesperado frente a un automóvil y piensa. "Si me atropellaran y me mataran aquí, sería bueno que el auto fuera caro". Con tales pensamientos, un automóvil costoso se detiene frente a él y un hombre en él le pregunta: "¿Quieres subirte? Si no tienes a dónde ir". Kim Jiho, quien cree que incluso la buena voluntad tiene un precio, está determinada y sigue al hombre. Pero el hombre no pide nada después de recibir a Kim Jiho...