Un día, una niebla se extendió por todo el mundo y junto a esa niebla los monstruos comenzaron a aparecer. Do Ha-yeon miró al hombre frente a él en silencio, un hombre de cabello negro, cuidadosamente cortado, con una expresión fría y lúgubre. "¡Ese traje que llevas te queda horrible! Es exactamente lo que esperaba de ti al salir de prisión. Sin embargo, esta es una realidad distinta a la imaginada", le dijo mientras apuntaba hacia su pecho mientras sonreía. "Discúlpame querido Ha Yeon... Tengo la mala costumbre de hablar con los seniors que no he visto en mucho tiempo". Finalmente, cuando Do Ha-yeon vio esa sonrisa, él levantó el arma y apuntó a su frente. "Tú eres un monstruo, el verdadero Myung-Woon no me sonreiría”.