Eloise, que vive sola criando a su sobrina, conoce a un hombre inesperadamente. Este hombre es famoso por enamorarse rápidamente y le propone un matrimonio por contrato para seducir a una duquesa viuda, la cual solo sale con hombres casados. "Me han dicho que un diamante es imprescindible para una propuesta". Marcus interceptó a Eloise y tomó una caja que había preparado debajo de la mesa. Era una caja de madera de ébano. “¿Qué hay ahí dentro?” "Es un diamante real de 122 quilates". Originalmente, la frase que iba a salir de su garganta era: “¿Me vas a comprar por dinero? ¡Esto es un insulto!”, pero era demasiado dinero como para reprenderlo. Además su realidad era otra.