Gabriel se convirtió en sacerdote para superar un trauma de su infancia. Un día conoce a Paulo, quien expresó interés en él, sin embargo Paulo era un peligroso hombre disfrazado de devoto y filántropo. Él sabía lo que Gabriel estaba escondiendo -que todavía no había olvidado a Saliou, su primer amor- y comenzó a manipular la mente de Gabriel y violar tanto sus sentimientos como su cuerpo.