Yuqian puede ser el "mayor" guardián que el Inframundo haya conocido, pero él y su genialidad pueden volverse un poco molestos. Naturalmente, recibe una tarea que solo puede ser cumplida por los mejores (y que lo envía lejos). Viaja al mundo humano, en busca de un demonio asesino mientras ayuda a Shuihua, un sacerdote taoísta que está tan pálido como un fantasma y que insiste en señalar con qué frecuencia Yuqian se equivoca. A pesar de sus disputas, ¿pueden los peligros a los que se enfrentan obligarlos a depender el uno del otro y mostrarles cuánto se necesitan realmente?