Cuando el viajero Orbit, queda varado sin identificación ni documentos en la ciudad de Beloutte, el único lugar que lo contratará es como "cuidador" en el burdel masculino "Le Jouet Queue". Rápidamente descubre que todos los que trabajan allí son seres semi-bestias, mitad animales y mitad humanos, que son tratados como mascotas, propiedad y, a veces, incluso como ganado para el matadero. Para muchos de los que viven allí, la vida en el burdel es una mejora notable con respecto a todo lo que han sufrido antes en sus vidas. Orbit y los demás cuidadores los alimentan, los protegen, los miman y los cuidan, porque incluso una jaula dorada es mejor que las crueldades del mundo exterior.