Durante la ceremonia de Bendición Divina el joven Elma, de 15 años que procedía de un linaje de Santos de la Espada, había manifestado una clase comúnmente considerada defectuosa, conocida como Caballero Pesado. Había sido privado de su posición como próximo jefe de la Casa Edvan y luego fue exiliado. La clase de Caballero Pesado tenía un estatus desequilibrado y habilidades inútiles, para colmo, incluso se decía que era una clase que tenían las personas cobardes e indolentes. Pero, Elma sabía que este mundo era el mundo del juego que había jugado antes y que la clase Caballero Pesado era la clase más fuerte que existía. Elma aprovechó al máximo los conocimientos que tenía en su vida anterior y comenzó su eficiente recorrido por el mundo en el que se había reencarnado.