Souta estaba enojado porque quedó segundo en un concurso universitario, pero su enojo tiene más que ver con quién perdió: el príncipe de todos, el guapo, diligente y simpático Natsuki. En su frustración, las burlas de Souta van demasiado lejos y Natsuki explota. Sin embargo, cualquier arrepentimiento se olvida pronto frente al placer. Souta termina debajo de Natsuki, dentro de Natsuki, y ninguno de ellos puede hacer nada más que perseguir esa dulce liberación ... Excepto a la mañana siguiente, Souta descubre que Natsuki le tomó una foto en el acto. Él no quiere que la imagen circule, así que acepta ser el novio (temporal) de Natsuki ... Parece que el príncipe en realidad es más un demonio