Tairaku es un profesor de secundaria en una escuela llena de manzanas podridas y, por muy agotador que sea su vida, un encuentro casual con una niña está a punto de lanzarlo al caos. Su vida en el hogar, su vida escolar y su relación tentativa con una colega del que está enamorado, están destinados a tambalearse, gracias a este joven estudiante. La niña en cuestión se llama Shirakaba Aya y su padre tiene la mayor confianza en que Tairaku se comportará como un adulto adecuado mientras viven juntos. Pero Aya tiene la mayor confianza de que Tairaku no podrá mantener sus manos lejos de ella, incluso si ella tiene que obligarlo a hacerlo.